lunes, 4 de diciembre de 2017

MIKAËL - 1 DE DICIEMBRE DE 2017



MIKAËL
1 diciembre 2017
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Bien amados Hijos del Uno, que la Paz, el Amor y la Verdad sean la expresión permanente de vuestro corazón.
Por supuesto que más allá de esta cita del viernes del 1 de diciembre de vuestro año 2017 a las 22 horas, la comunión de los corazones en el Fuego Ígneo de mi Presencia y de vuestra Presencia, es accesible ahora para cada uno de vosotros cualquier día, a cualquier hora o en cualquiera lugar.
…Silencio…
Instalémonos primero juntos en este Fuego Ígneo.
…Silencio…
En estos tiempos que vivís desde el mes de marzo de vuestro año 2017, sois cada vez más numerosos, bien amados del Uno, en vivir vuestra revolución interior. Muchos de vosotros, sea cual sea el estado anterior a este período, descubren cada vez más fácilmente la Verdad. La que no puede acompañarse de ninguna palabra referente a este mundo, como de ninguna historia referente a este mundo, os está apareciendo de una manera cada vez más franca y cada vez más clara, dándoos a vivir, por la Teofanía, aunque no percibáis la vibración ni siquiera las energías, está implicando algunas consecuencias.

Estas consecuencias, que muchos de vosotros ahora viven de una manera cada vez más extensiva y evidente, referente al acceso a la vacuidad, a la Eternidad y a la Paz, y esto, sea cual sea lo que esté ocurriendo en vuestra historia personal efímera, llevándoos, a cada uno de vosotros, a reposicionaros en lo más próximo a la Verdad, Verdad que trasciende cualquier historia de este mundo, como cualquier experiencia de la conciencia, anunciando la inminencia del Juramento y de la Promesa, que muchos de vosotros ya viven.
Tal y como lo constatáis de múltiples maneras, las llamadas al orden de la Luz se vuelven cada vez más apremiantes, llevando a una parte importante de vosotros hoy, a evaluar qué es vuestra eternidad y qué es el efímero, implicando un reposicionamiento que nombraría de Último, de vuestra conciencia.
Todo lo que tenía que cumplirse, por las Milicias Celestes, con respecto a mi labranza de la Tierra en la totalidad de vuestros Elementos, se ha acabado hoy. Así, a partir de ahora y a partir de hoy, paso la espada de la Verdad al Arcángel Uriel que viene a impulsar las últimas reversiones, los últimos retornos, y hacer estallar en vosotros las últimas resistencias, las últimas incertidumbres en cuanto a lo que sois. Que viváis su quintaesencia, o que sólo penséis en ello o que sólo lo imaginéis, no cambia nada a la verdad de lo que está aquí.
Para aquellos de vosotros que perciben los mecanismos vibratorios de la Eternidad, constatáis fácilmente, más allá de cualquier descripción, unas nuevas manifestaciones. Que sean en vuestra cabeza, en vuestra conciencia, en vuestros sentidos, y en vuestro cuerpo, manifiesta claramente para cada uno de vosotros, que no hay ninguna otra posibilidad que la de acoger la Felicidad, la verdad que sois, y esto, diga lo que diga vuestro cuerpo o vuestro personaje, digan lo que digan vuestras historias en el seno de este mundo. Lo importante no está ahí. Lo importante es la Verdad desnuda que sois, y que aparece de una manera cada vez más contundente y cada vez más evidente, llevando, como lo estipuló el Comendador de los veinticuatro Ancianos, a que muchos de vosotros vean la intensidad y la duración de estos momentos de vacuidad, que se intensifican para que el efímero de vuestra vida esté cada vez menos presente, reemplazado entonces por ese estado de beatitud, de Felicidad y de vacuidad, que ninguna palabra podría traducir ni siquiera explicar.
Aquellos de vosotros, que habéis realizado la alquimia de la Corona radiante ascensional del corazón, con la tri-Unidad, y la Corona de los cuatro Elementos de la cabeza, marca en vosotros la liberación efectiva de cualquier apego y de cualquier creencia, referente a vuestro personaje en el seno de este mundo.
Las llamadas al orden de la Luz, a partir de hoy, van a multiplicarse para cada uno de vosotros, llevándoos, en definitiva, a no tener ninguna elección ante la Evidencia que está ahí.
La conciencia eterna, o supraconciencia, entra concretamente en manifestación en el mismísimo seno de este efímero.
Tal y como podéis imaginarlo, y como tal vez, para aquellos de vosotros interesados por los acontecimientos de este mundo, sea cual sea su naturaleza, y en particular a nivel de las señales geofísicas, cósmicas y planetarias, demuestran que la evidencia del proceso terminal de la Tierra, está por fin manifestándose.
La intensidad de la Felicidad, o de la Paz, o de la vacuidad, durante las llamadas al orden de la Luz, y de múltiples maneras, os lleva a realizar y a concientizar, que no sois nada de lo que podéis conocer, y que en la Paz, ningún guión, ningún papel, ninguna función, ni siquiera la más prestigiosa en el seno de este mundo, os es de ninguna utilidad ante la evidencia de la Paz a la que la Luz os llama, y os ordena a uniros a vosotros mismos, en las esferas de la belleza, de la Verdad, ahí donde ninguna muerte ni ningún nacimiento, puede entorpecer la Felicidad de la conciencia, tomando su fuente en el seno de la a-conciencia.
Cada día, lo que podréis ver, sobre la pantalla de vuestro efímero, como sobre la pantalla del mundo, sólo podrá traducirse por dos posicionamientos: la indiferencia o la Paz.
Tal y como os fue estipulado, el incremento de los mecanismos de disolución de la matriz llegan a su término, dándoos y desvelándoos la verdad sobre vosotros mismos, referente a la persona, y sobre todo sobre a vosotros mismos referente a lo que sois en verdad. Es lo mismo para todas las historias de este mundo, que se refieran a los países, a las familias, a los individuos, a las parejas, o a la relación que sea. La iluminación, a veces brutal, de la Luz, no puede dejar ningún lugar a ninguna duda acerca de la verdad y de la falsedad, en vosotros como al exterior de vosotros. Es así como la majestad de la Gracia, el Manto azul de la Gracia, el Fuego Ígneo y la Teofanía perpetua, vuelve a alinearos de manera cada vez más evidente, penséis lo que penséis y digáis lo que digáis, para vivir la verdad de la humildad y de la simplicidad, ahí donde efectivamente ya no hay ahora, en el seno mismo de este mundo, para vosotros, ningún sitio para la dualidad, ningún sitio para la elección, y ningún sitio para lo que sólo pasa.
Así, según el grado de revelación en cada uno de vosotros, la Luz va a exigiros, de manera cada vez más iterativa y más intensa, a dejar cualquier lucha, a dejar cualquier reivindicación, y hasta diría, a situaros de manera espontánea en la alegría de vuestra eternidad, ahí donde nada de lo que sólo pasa, en el seno mismo de este mundo, ahí donde ningún concepto, ahí donde ninguna religión, ahí donde ningún pensamiento puede seros de ninguna utilidad. Así es la verdad del Amor en su desnudez primera, muy anterior a la manifestación de lo que es nombrada la conciencia, sea cual sea la dimensión y sea cual sea la forma.
La transustanciación de vuestro cuerpo de carne sucede de una manera más intensa, llevándoos a veces a un sentimiento de confusión, en cuanto a la existencia de este cuerpo, de vuestra vida, mucho más que con los disgustos vividos estos últimos años, llevándoos a la evidencia con todavía más nitidez, y sobre todo con más intensidad. Es así como los mecanismos que llamáis estasis, consecutivos a la Llamada de María, se manifiestan para algunos de vosotros, sea cual sea el lugar donde estéis, en las franjas horarias desde las 17 horas hasta medianoche, llevándoos a vivir, sea cual sea vuestra ocupación del momento, e incluso si estáis durmiendo, a reposicionar vuestra conciencia nada más despertaros, nada más regresar, en el recuerdo o en la vivencia de esta vacuidad, de esta Felicidad sin objeto que hoy, encuentra su culminación en la disolución misma de vuestra propia historia individual y colectiva, en el plano más denso y concreto de vuestra materia, tal y como la nombráis.
Conque, por la finalización de mi papel en el seno de este mundo, puedo hoy intervenir en cada uno de vosotros, sin ninguna discriminación de Despertar, de religión, de sexo, de edad, o de nada anterior. Así es la Gracia de la Luz, no toma en cuenta ninguna historia, ningún karma, sino simplemente vuestra capacidad a aceptar el sacrificio de vuestra conciencia para reencontrar lo que es anterior a la expresión de vuestra conciencia. Es este proceso que está ocurriendo ahora, y para algunos de vosotros desde hace ya muchas semanas, que hoy se despliega a nivel colectivo de la humanidad, explicando así el Fuego Ígneo de la Tierra, como el Fuego Ígneo del cielo a través de los meteoritos, a través del Sol, a través de los volcanes de la Tierra, o de los movimientos del manto terrestre, os señala, indudablemente, que la Luz ha restablecido su reino, permitiéndoos entonces, reencontrar de manera colectiva la Libertad, y para la Tierra, reencontrar su espacio de Libertad nombrado Ascensión.
Entended bien que a partir de hoy, ya no son tiempos para querer progresar, de ninguna manera, ya no son tiempos para buscar la Evidencia que está ahí, porque cualquier búsqueda, más que nunca, os aleja de la Verdad y de lo que hay que vivir. La llamada al orden de la Luz es tal, colectivamente e individualmente, que cada circunstancia de vuestra vida, sea cual sea su naturaleza, os lleva sistemáticamente a reposicionaros ahí donde todo es vacuidad, ahí donde todo es Verdad.
Como ya anunció María, Reina de los Cielos y de la Tierra, el tiempo de la gestación, para la Tierra y para vosotros, se acaba ahora en este mes de diciembre del año 2017. Se os ha dicho que no busquéis la fecha o la esperéis, porque solo tenéis que tratar de ser vosotros mismos. Cualesquiera que sean las apariencias de la dureza de este mundo y de vuestra vida, sabed que, vengáis de donde vengáis y estéis donde estéis situados, todos tenéis la misma capacidad para encontrar vuestra eternidad, desde el momento en que la noción de sacrificio sea acogida y aceptada. Para eso, solo necesitáis ser cada vez más simples y no preguntaros sobre el día de la Llamada de María o de cualquier acontecimiento que ocurra tanto en vuestro interior como en la escena de este mundo, porque cualquier acontecimiento que suceda, de la naturaleza que sea, solo refleja la instalación definitiva del reino de la Luz en esta Tierra que vive en este momento la fase final de su Ascensión.
Depende de vosotros, que permanezcáis en ese estado de vacuidad, en ese estado de simplicidad, para que vuestra Resurrección en la Eternidad pueda producirse ahora, para pacificar, no a vosotros mismos sino lo que queda por pacificar dentro de la revelación de la oscuridad de este mundo.
Nada de lo que haya podido estar oculto durante estos meses, podrá quedar ocultado, de la forma que sea.
Solo hay dureza en la resistencia, mientras que en el Abandono, la Acogida y la Crucifixión está la ligereza de la Resurrección. Vuestro posicionamiento no depende ya de ningún pensamiento, de ninguna creencia o adhesión a cualquier concepto, sea el que sea, solo existe a partir de ahora, con la presencia del Arcángel Uriel conjunta con la mía, más cerca de vosotros, un poder de resolución como ningún otro para derribar las resistencias que están relacionadas con vuestro cuerpo, con vuestra vida, con vuestras creencias, vuestras ideas, vuestros pensamientos o incluso vuestro apegos.
En otras palabras, nada puede mantenerse ante la Luz, nada ilusorio puede quedar en la Verdad. Eso es lo que estáis presenciando en vosotros, a vuestro alrededor y en todo el mundo.
Aquellos de vosotros que vivís la vibración y percibís las Coronas, la alquimia de la MerKaBah interdimensional, por medio de la Lemniscata Sagrada, ha permitido y permitirá cada vez más, desplegar el quinto Elemento, el Éter, facilitándoos la percepción, para un número restringido de vosotros, de la realidad de vuestro cuerpo de Eternidad, que duplica vuestro cuerpo físico. Esto está acompañado en los primeros momentos, por cambios súbitos y repentinos de vuestras percepciones energéticas, la percepción de la ubicación de vuestro cuerpo y, sobre todo, por trastornos térmicos repentinos y extremadamente violentos.
Los ciclos de sueño, de la alimentación, los ciclos relacionales, ya sean emocionales, fraternales, amistosos o sociales, serán modificados y transmutados por los mandatos iterativos de la Luz que desde ahora hasta la Llamada de María, no cesarán y serán cada vez más importantes en duración e intensidad. A través de los mandatos de la Luz acompañando la Ascensión final de la Tierra, será como se encontrará en vosotros el espacio de resolución, por la Inteligencia de la Luz y la Gracia del Amor. Dicho en otras palabras, todo lo que creéis que concerváis, se escapará, todo lo que creéis poder preservar de vuestro efímero, se desvanecerá entre vuestros dedos, sólo la Eternidad, vivida y asumida más allá del proceso de vibración, os permitirá ser libres dentro incluso de este mundo, antes de la Llamada de María.
Entonces, cada día, sois más los que descubrís la Verdad, esa verdad que no necesita palabras, ni escenario, ni historia, ni espera ningún elemento exterior o interior a vosotros mismos. Ahí está la evidencia del Amor, Ahí está la evidencia de la Luz.
Sean cuales sean las manifestaciones de la Tierra, cada vez más violentas, sean cuales sean las manifestaciones de vuestra persona en vuestro cuerpo y en vuestra historia o en vuestros pensamientos o creencias, eso no representa ninguna diferencia porque la majestad de la Luz actúa ella misma logrando, por el Abandono y la Acogida que realizáis, la última transmutación de lo que debe ser. Recordad que no podéis controlar la energía, la vibración y la conciencia, y para muchos de vosotros, que hasta ahora podíais todavía controlar vuestra vida, eso desaparecerá y será reemplazado por la felicidad y la beatitud, del mismo modo que vivieron en su tiempo las Estrellas y os lo contaron.
Así pues, ya sea en este momento o cuando escuchéis, oigáis o leáis mis palabras, os propongo, que dejéis durante el resto de la hora que nos han asignado, que esta comunión de corazones en el Fuego Ígneo, se realice en vosotros. No busquéis nada, no pidáis nada, no observéis nada, estad simplemente ahí, como estáis ahora y en el lugar que sea de la tierra.
…Silencio…
Mis palabras, dentro de este espacio que se nos ha asignado, serán cada vez más espaciadas. Las palabras que exprese, se unirán a la presencia del Arcángel Uriel en cada uno de vosotros, como en mí mismo.
…Silencio…
Deja que el silencio de tu Presencia, revele tu Esencia.
Tú, en tu nuevo nacimiento, renace de nuevo en la Verdad, donde no hay necesidad de coartada, ni forma, ni espacio, ni tiempo, ni dimensiones.
…Silencio…
Entonces, el canto del Silencio, se eleva en ti y allí permanecerá donde nada puede medirse o contarse, allí donde toda forma es superflua. Allí donde el tiempo no cuenta ya y donde ningún espacio, ni ninguna dimensión están separadas.
…Silencio…
Dejando mostrar la evidencia del Amor, que ninguna ley puede enmarcar, que ningún territorio puede limitar.
…Silencio…
Entonces, en la acogida de nuestro corazón Uno, se desvela lo Inefable.
…Silencio…
Escucha y oye lo que te dice el Silencio, lo que te dice la Verdad.
…Silencio…
Déjate ser la fuente de vida y la fuente de toda conciencia. Déjate ser, sin restricción, sin pedir nada y sin esperar nada.
…Silencio…
Más allá de toda percepción y de toda visión.
…Silencio…
Tú, el amigo y el amado. Tú, que eres anterior a toda forma como a todo nombre, anterior a toda creación, es el gran momento de responder a la Llamada. El tiempo de la Alegría, los últimos tiempos son para ti los primeros tiempos porque en la Luz y en el Amor, no hay nada que ganar, porque todo ya está allí. Ninguna falta debe abrumarte porque el Amor lo llena todo.
…Silencio…
En la comunión de los corazones, de este instante, todos vosotros sois el Camino, la Verdad y la Vida.
…Silencio…
Desde ahora, cada día, cada momento que transcurra en el tiempo ilusorio de este mundo, te da la Paz, más allá de cada palabra y de cada mirada, independientemente de cualquier opinión o resistencia porque la Evidencia no puede esperar otro momento.
…Silencio…
Deja también que el Fuego Ígneo te revele y te muestre lo que eres, porque desde ahora, nunca más, el olvido o la muerte, podrá afectarte o alterarte.
…Silencio…
En esta comunión, se realiza y se vive la unión a la Libertad.
…Silencio…
En este Silencio, todos los verbos están presentes; en este Silencio, el corazón se enciende dentro de sí mismo, poniendo fin a la ignorancia y a toda resistencia.
…Silencio…
En el Fuego Ígneo del Amor, no hay nada más que esperar y mucho menos, temor.
…Silencio…
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, llevando la radiación de Uriel, en el Blanco inmaculado de vuestro Corazón.
Os dejo terminar en la comunión silenciosa de todos los corazones reunidos en este instante y saludo a todos vosotros en vuestra eternidad y en vuestra paz, dejando desde ahora que se despliegue la comunión de los corazones en este Fuego Ígneo, en el Silencio porque ahora, cada palabra será superflua.
…Silencio…
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales; os saludo en la Eternidad, y dejad que el Silencio establezca la Verdad, totalmente.
…Silencio…
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